8 de agosto de 2009. Hacia Reims
Desayuno incluido en el hotel y de vuelta a la ruta, que nos llevará hacia el que será nuestro destino durante los próximos seis días; Reims.
Tengo que apuntar un detalle que me sugirió, con toda la razón del mundo, una querida amiga y compañera. Ella me proponía que indicara los precios de los hoteles, restaurantes, cafés y demás lugares que pueden ayudar a planificar mejor un viaje. Pues allá vamos, que todavía me estoy acordando de la pechá de reír que nos pegamos la última vez que nos vimos. Para lo que toca hoy puedo indicar el precio del Hotel Etap Poitiers Nord Futuroscope, situado a pocos metros del parque temático. La habitación triple nos costó, con desayuno incluido, 63€/noche. El hotel tiene la opción de acceso wifi a Internet. El hotel es funcional, pero es ideal para lo que buscamos cuando estamos en ruta, reponer fuerzas y descansar para seguir adelante a la mañana siguiente. El hotel forma parte de una cadena de hoteles económicos, cuya idea nació en Francia, que se ha extendido por otros países. La cadena es Accor Hoteles, es la misma de la que forma parte, por poneros un ejemplo, los hoteles IBIS. Aquí os dejo el enlace del hotel de Poitiers:
http://www.etaphotel.com/es/hotel-2595-etap-hotel-etap-hotel-poitiers-nord-futuros/index.shtml
La autopista estupenda, tráfico fluido, el tiempo perfecto para conducir, todo genial, hasta llegar a unos 25 kms. de París; atascos kilométricos en los que apenas avanzas unos metros, asfalto en peor estado y aparición de la lluvia. El ambiente es gris y sucio, la situación requiere el máximo de concentración, a lo lejos, según vamos avanzando lentamente, se van vislumbrando los suburbios de la inmensa aglomeración urbana. La perspectiva no es nada poética. A medida que vas dejando atrás las señalizaciones que te conducen a París la situación va mejorando gradualmente, hasta resultar mucho más cómoda una vez que dejas de ver las indicaciones que te dirigen a los aeropuertos parisinos. A partir de aquí, para relajar un poco los sentidos, ponemos un poco de música cubana, que nos acompañará, por tierras de Francia, hasta llegar a la Champaña.
¡Qué cambio, qué delicia! Restan unos 65 kms. para llegar a Reims y la autopista se queda ya para nosotros y algunos coches más. Ha dejado de lloviznar, los colores del cielo son hermosos, es una bella acuarela de azules y blancos, el asfalto tiene un ligero tono ocre. El paisaje es lindo, grandes extensiones de viñedos se entremezclan con campos de cereales; maíz, trigo, a lo lejos se distingue un pueblecito, una aldea, una granja…, la bienvenida no puede ser mejor al llegar a la Champaña, una región que no dejará de sorprendernos en los próximos seis días.
Pasadas las seis de la tarde llegamos a nuestro destino; el apartamento situado en la Rue Chanteraine nº 11 en Reims, capital de la Champagne-Ardennes. El barrio se percibe como muy agradable. En la orilla izquierda de la rue altos y frondosos árboles proporcionan frescor, sombra y belleza a la calle. De frente, a escasos metros, la admirable silueta de la Basílica de St. Remi. Con esta bonita estampa desayunaremos los próximos días.
Llamamos al telefonillo y al poco tiempo aparece una señora que nos recibe con una sonrisa afable; Veronique Gentils, propietaria del apartamento. Subimos para descubrir, encantados de la vida, el bonito piso que nos dará cobijo. Elegante, discreto, bien equipado, luminoso, no le falta un detalle y todo por 330€ la semana. ¡Inmejorable!. Aquí os dejo el enlace:
http://www.homelidays.es/reims/piso-apartamento-2434es1.htm
Acomodamos el equipaje, nos refrescamos, nos cambiamos de ropa y bajamos para dar un paseo de reconocimiento por la ciudad. El centro histórico está relativamente cerca. Son las siete y pocos minutos de la tarde pero las calles están prácticamente desiertas y los comercios cerrados. Te sientes como si hubieras llegado a una ciudad abandonada. No es que nos importe mucho, la ciudad está para nosotros, pero bueno, no estaría mal encontrar algo más de ambiente, de gente paseando por calles y paseos que bien merecerían algo más de vida, además la temperatura es muy agradable, invita a disfrutar del aire libre.
Y descubriendo calles y placitas llegamos hasta la Catedral. La Catedral Notre Dame de Reims es absolutamente impresionante. Una joya del gótico más espléndido. Construida en el siglo XIII, era, durante el Antiguo Régimen, el lugar de consagración de los monarcas franceses, desde Clodoveo, en el 498, hasta Carlos X, el 28 de mayo de 1.825. En 1991 fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La visita es absolutamente recomendable, si bien no pudo ser este día, al encontrarse ya cerrada. Cuando se va a Francia hay que tener en cuenta este detalle; los monumentos suelen cerrar demasiado pronto para nosotros los españoles.
Tras quedarnos maravillados con la magnificencia del templo catedralicio tomamos la Avenue Rockefeller. Nos preguntamos el motivo del nombre de la avenida, un bonito bulevar en el corazón de la ciudad, que parte desde las mismas puertas de la Catedral, más tarde lo descubriremos. Durante la Primera Guerra Mundial la Catedral sufrió importantes destrozos por los bombardeos, los cuales la dejaron en una situación lamentable. Gracias al apoyo financiero del mecenas estadounidense John Rockefeller la Catedral se volvería a abrir el año 1.938, desde entonces no han cesado los trabajos de restauración.
Sin dejar esta avenida se llegará hasta el río y el bonito paseo que lo bordea. La noche está cayendo y mires por donde mires no ves un alma por ningún sitio, es hora de tocar a retirada. El acogedor piso de la Rue Chanteraine nos espera para la primera cena en tierras de la Champagne.
Desayuno incluido en el hotel y de vuelta a la ruta, que nos llevará hacia el que será nuestro destino durante los próximos seis días; Reims.
Tengo que apuntar un detalle que me sugirió, con toda la razón del mundo, una querida amiga y compañera. Ella me proponía que indicara los precios de los hoteles, restaurantes, cafés y demás lugares que pueden ayudar a planificar mejor un viaje. Pues allá vamos, que todavía me estoy acordando de la pechá de reír que nos pegamos la última vez que nos vimos. Para lo que toca hoy puedo indicar el precio del Hotel Etap Poitiers Nord Futuroscope, situado a pocos metros del parque temático. La habitación triple nos costó, con desayuno incluido, 63€/noche. El hotel tiene la opción de acceso wifi a Internet. El hotel es funcional, pero es ideal para lo que buscamos cuando estamos en ruta, reponer fuerzas y descansar para seguir adelante a la mañana siguiente. El hotel forma parte de una cadena de hoteles económicos, cuya idea nació en Francia, que se ha extendido por otros países. La cadena es Accor Hoteles, es la misma de la que forma parte, por poneros un ejemplo, los hoteles IBIS. Aquí os dejo el enlace del hotel de Poitiers:
http://www.etaphotel.com/es/hotel-2595-etap-hotel-etap-hotel-poitiers-nord-futuros/index.shtml
La autopista estupenda, tráfico fluido, el tiempo perfecto para conducir, todo genial, hasta llegar a unos 25 kms. de París; atascos kilométricos en los que apenas avanzas unos metros, asfalto en peor estado y aparición de la lluvia. El ambiente es gris y sucio, la situación requiere el máximo de concentración, a lo lejos, según vamos avanzando lentamente, se van vislumbrando los suburbios de la inmensa aglomeración urbana. La perspectiva no es nada poética. A medida que vas dejando atrás las señalizaciones que te conducen a París la situación va mejorando gradualmente, hasta resultar mucho más cómoda una vez que dejas de ver las indicaciones que te dirigen a los aeropuertos parisinos. A partir de aquí, para relajar un poco los sentidos, ponemos un poco de música cubana, que nos acompañará, por tierras de Francia, hasta llegar a la Champaña.
¡Qué cambio, qué delicia! Restan unos 65 kms. para llegar a Reims y la autopista se queda ya para nosotros y algunos coches más. Ha dejado de lloviznar, los colores del cielo son hermosos, es una bella acuarela de azules y blancos, el asfalto tiene un ligero tono ocre. El paisaje es lindo, grandes extensiones de viñedos se entremezclan con campos de cereales; maíz, trigo, a lo lejos se distingue un pueblecito, una aldea, una granja…, la bienvenida no puede ser mejor al llegar a la Champaña, una región que no dejará de sorprendernos en los próximos seis días.
Pasadas las seis de la tarde llegamos a nuestro destino; el apartamento situado en la Rue Chanteraine nº 11 en Reims, capital de la Champagne-Ardennes. El barrio se percibe como muy agradable. En la orilla izquierda de la rue altos y frondosos árboles proporcionan frescor, sombra y belleza a la calle. De frente, a escasos metros, la admirable silueta de la Basílica de St. Remi. Con esta bonita estampa desayunaremos los próximos días.
Llamamos al telefonillo y al poco tiempo aparece una señora que nos recibe con una sonrisa afable; Veronique Gentils, propietaria del apartamento. Subimos para descubrir, encantados de la vida, el bonito piso que nos dará cobijo. Elegante, discreto, bien equipado, luminoso, no le falta un detalle y todo por 330€ la semana. ¡Inmejorable!. Aquí os dejo el enlace:
http://www.homelidays.es/reims/piso-apartamento-2434es1.htm
Acomodamos el equipaje, nos refrescamos, nos cambiamos de ropa y bajamos para dar un paseo de reconocimiento por la ciudad. El centro histórico está relativamente cerca. Son las siete y pocos minutos de la tarde pero las calles están prácticamente desiertas y los comercios cerrados. Te sientes como si hubieras llegado a una ciudad abandonada. No es que nos importe mucho, la ciudad está para nosotros, pero bueno, no estaría mal encontrar algo más de ambiente, de gente paseando por calles y paseos que bien merecerían algo más de vida, además la temperatura es muy agradable, invita a disfrutar del aire libre.
Y descubriendo calles y placitas llegamos hasta la Catedral. La Catedral Notre Dame de Reims es absolutamente impresionante. Una joya del gótico más espléndido. Construida en el siglo XIII, era, durante el Antiguo Régimen, el lugar de consagración de los monarcas franceses, desde Clodoveo, en el 498, hasta Carlos X, el 28 de mayo de 1.825. En 1991 fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La visita es absolutamente recomendable, si bien no pudo ser este día, al encontrarse ya cerrada. Cuando se va a Francia hay que tener en cuenta este detalle; los monumentos suelen cerrar demasiado pronto para nosotros los españoles.
Tras quedarnos maravillados con la magnificencia del templo catedralicio tomamos la Avenue Rockefeller. Nos preguntamos el motivo del nombre de la avenida, un bonito bulevar en el corazón de la ciudad, que parte desde las mismas puertas de la Catedral, más tarde lo descubriremos. Durante la Primera Guerra Mundial la Catedral sufrió importantes destrozos por los bombardeos, los cuales la dejaron en una situación lamentable. Gracias al apoyo financiero del mecenas estadounidense John Rockefeller la Catedral se volvería a abrir el año 1.938, desde entonces no han cesado los trabajos de restauración.
Sin dejar esta avenida se llegará hasta el río y el bonito paseo que lo bordea. La noche está cayendo y mires por donde mires no ves un alma por ningún sitio, es hora de tocar a retirada. El acogedor piso de la Rue Chanteraine nos espera para la primera cena en tierras de la Champagne.